domingo, 7 de febrero de 2016

ESTRELLA JAVALAMBRE 2016. LA ESTRELLA AUMENTA SU BRILLO

ESTRELLA JAVALAMBRE 2016
MANZANERA –TERUEL-
30–31 ENERO

Regresando de la NAVARIDER 2015

--“… ¿Bueno, qué, para cuándo la próxima?... A mí me gustaría ir a la Estrella de Javalambre otra vez… ¿Quién se apunta?...”

Y de esta manera se puso en funcionamiento la maquinaria para volver a juntarnos.

SÁBADO 31

Moto preparada y a las 6,45 de la mañana me pongo en marcha. Habíamos quedado todos en el área de La Pava en Gavà para comenzar el viaje. En esta ocasión nos juntábamos 2 estupendos grupos: HRB con Pali, Marc, Iván y Freya con su impresionante Varadero 125, y Los Leones con Kitty, Tito, Gabriel, Ferran,  Francisco (Fv) y yo mismo, El Capi junto con un nuevo “León” y una nueva “Leona”, Rafa y Montse.



Y después de un reconfortante café con leche, a las 7,30 nos ponemos en marcha.

Comenzamos, como ya es habitual, por la C-32 para enlazar con la N-340 hasta Tarragona y seguidamente con la T-11 en Reus, donde se nos unió al grupo Ferran. Paradita, saludos y a seguir.


La ruta estaba clara, N-420. El día se había levantado soleado hasta poco antes de Falset, donde encontramos una niebla muy densa que no nos dejaba ver más allá de unos 50 metros.
Por suerte, esta climatología no tardó en desaparecer y ya tuvimos buen tiempo hasta nuestro destino.

Continuamos camino por la N-420, Mora la Nova, Mora D’Ebre, Gandesa, Calaceite, Valdeltorno y por fin sobre el horario previsto,  las 11 de la mañana, llegamos a Alcañiz.

Aquí se nos unieron los últimos del grupo, Tito y Kitty. De nuevo saludos, besos y abrazos y almuerzo en El Trillero, bar motero de la zona.

Y como todo bar motero que se precie, tiene su motor como grifo de cerveza.


De vuelta al camino, antes de abandonar Alcañiz, repostamos las motos y así ya tenemos gasolina hasta el destino.



El camino estaba decidido, N-420 dirección Teruel, aunque teníamos claro que con el día que hacía nos meteríamos por algún puerto para hacer algunas curvas.

Así que en marcha, que ya falta menos para llegar. 16 kms más adelante, llegamos a Calanda, famoso por sus melocotones y por su fantástica “Tamborrada” en la Semana Santa.


Alcorisa, La Mata de los Olmos y al cabo de 3 kms. es donde empieza  la verdadera aventura.

A-1702 dirección Ejulve. Una estupenda carretera con un firme espectacular, unas curvas geniales donde se podía disfrutar de la conducción, pero ya se sabe que la alegría termina pronto. Saliendo de Ejulve, giramos a la derecha por la A-1403, una carretera con un firme no tan bueno, pero con unas vistas espectaculares.



Después de 30 kms de curvas y asfalto penoso, en Aliaga, decidimos parar para tomarnos un respiro y hacer un pequeño reagrupamiento.



Paradita obligada para estirar las piernas y a continuar camino.
Salimos de Aliaga y enseguida nos encontramos con la A-2403, que durante otros 10 kms nos llevaría hasta el pueblo de Camarillas y, desde aquí, a salir por fin a la A-228.

Pues ahí estamos, carretera genial, pero…¿Qué le pasa a la carretera ahí delante?... No me lo podía creer, volvía el camino de cabras asfaltado. Durante otros 21 kms. volvimos a padecer un firme de espanto. Pasamos Jorcas, Allepuz y Gúdar y por fin el camino se convirtió en carretera.

Último pueblo importante antes de llegar a Manzanera, Mora de Rubielos, y por fin llegamos al cruce de la A-23 y caminito al Hotel.
Pero antes pasaríamos por Venta del Aire a reponer fuerzas. Y ya te digo que las repusimos. Motos aparcadas y nosotros para dentro a disfrutar de un merecido ágape.

























Después de la pitanza, directos al cámping a hacer la inscripción. Y por fin la ansiada foto de grupo…





Ahora al hotel a dejar las maletas y a prepararse para la fiesta.


Para mí era una tarde especial, porque conocería a 2 de mis compañeros del proyecto solidario Rodando Contra el Cáncer, los delegados de Albacete (Alberto) y Segovia (Luis). con los que haríamos la presentación en la XXVII Estrella de Javalambre.



Presentado el proyecto, llega el momento del invitado estrella de este año y que no es otro, o mejor dicho, otros, que Edu Cots y Carlos Humet, dos intrépidos aventureros que nos deleitaron con 3 de sus andaduras por el mundo. La más impactante fue la Barcelona-Tokyo en Impala.




El sábado esta casi llegando a su fin. Ahora a tomarnos unas cervezas, a cenar y a ver el desfile de antorchas.


A dormir, que mañana debemos subir a por la Estrella…

Buenas noches.



DOMINGO 31

Pues toca levantarse y, después de desclavarme los 7500 muelles del colchón que se me habían clavado durante la noche, almuerzo y a prepararse para subir.

Ya nos habían dicho que deberíamos subir más arriba que el año pasado porque no había nieve. Yo, al llevar acompañante, no lo tenía muy claro, mi soltura en pista de tierra es muy limitada solo, imaginaos como sería con dos…

Se termina el asfalto, comienza la tierra, y primera culeada de la      V-Strom… Los demás iban subiendo a buen ritmo y se empezaron a escapar. Segunda culeada de la V…
¡¡¡ Lo siento Montse, pero no me veo capaz de seguir…, no me la juego a caernos !!!
Dicho y hecho, pie a tierra y media vuelta. Conozco mis limitaciones y no tenía intención de venirme con algo roto. Le comento a unos moteros que subían que por favor avisaran al grupo que iba delante que no subiríamos. Y mientras dábamos la vuelta a la moto, se para otro y me pregunta que si había algún problema. Le comento lo que nos pasaba y se ofrece a llevar a Montse hasta arriba…Y así lo hicimos.


La cosa así cambiaba mucho, ahora sí que iba más seguro. Pues venga, que nos espera la Estrella.

Un poco más adelante nos encontramos con Gabi que se volvía, no lo tenía claro y no se la quería jugar… Sabia decisión.


El camino estaba en bastante peores condiciones que el año anterior y el tráfico de motos era incesante. Aún estábamos en la parte “conocida” del año pasado y lo estaba llevando muy bien y, sin darme cuenta, me planto donde en 2015 recogimos la estrella…



La cosa estaba clara, a seguir la dirección y a subir hasta arriba.

A partir de aquí, el camino empezaba a estar algo peor: muchos parones… tráfico de subida y bajada, motos que no subían en condiciones, compañeros ayudando a subir a los que no podían…

Para moteros con experiencia no es nada, pero para mí, aunque ya lleve 1 Javalambre y 2 Stella Alpina, los 6,6 kms., que no sabía que aún faltaban para llegar, se me hicieron interminables.

Se suele decir que el mundo es un pañuelo, y aquí lo confirmé. En una de las paradas veo a un motero y cuál fue mi sorpresa al comprobar que es un compañero de trabajo…
--¿Pero hasta aquí me tengo que encontrar buseros ?
**¿Qué pasa “pitu”, qué haces por aquí?
--Pues ya ves, que he venido a la playa a darme un baño… ¿Y tú?
**Que estoy medio loco, no veas donde me he metido con la moto…
Decir que este compañero tiene una Naked.

Vamos, que ya queda menos. Y como es natural, apunto de llegar a destino, sustito que te crió. Subía ya un poco más animado, la moto que culea pero a base de bien, consigo no caerme y me culea para el lado contrario, entonces, en décimas de segundo, me vino a la cabeza lo que me comentaron una vez… ¡¡¡cuando te pase algo así, contramanillea y gas!!! Pues sí, parece que funcionó y no tuve que recoger la moto del “marrón”.

El viento empezaba a soplar de una manera muy impertinente, hacía frío, pero el calor de la camaradería era muy superior al frío ambiental… (qué ñoño me ha quedado esto ¿verdad?)
Alegría, abrazos, y a recoger la estrella. Lo habíamos vuelto a conseguir…



Pues como todo lo que sube ha de bajar, ahora toca el descenso, despacio, con tiento, recordando que el freno delantero es algo que esta puesto ahí de adorno… Montse volvió a bajar con al amigo que la subió hasta arriba. Es lo que tiene el mundo motero, solidaridad y ayuda en todo lo que se pueda, sin esperar nada a cambio.

Tuve la gran suerte de no encontrarme tanto tráfico de bajada como hubo de subida, y realmente fue mucho más rápido y tranquilo, pero aun así, aún sigo sin saber por qué, me tensé de una manera poco normal.

Poco más se puede decir, bajada prácticamente solo y disfrutando de los preciosos paisajes de la Sierra de Javalambre.

Una vez en Manzanera es cuando me hice la foto con mi trofeo…


Ya tenía mi segunda Estrella de Javalambre, y ademas subí por un proyecto, Rodando Contra el Cáncer. Llos 3 delegados habíamos conseguido la estrella, los 3 delegados dimos a conocer nuestro proyecto en la XXVII Estrella de Javalambre.

Alberto y Luis, ha sido un autentico placer haberos conocido y un orgullo haber presentado el proyecto a vuestro lado.



Pues empieza la cuenta atrás: después de los sorteos y los agradeciemientos, toca emprender el viaje de regreso. Poco a poco las motos van dejando Manzanera y comienza el éxodo a nuestros lugares de origen.




De momento nos vamos a comer algo a la Venta del Aire, porque son casi las 3 de la tarde y ya va siendo hora.
Ese es el momento de las despedidas, unos irán por la costa, otros por el interior. Yo decidí hacerlo por el interior haciendo noche por el camino y volviendo al día siguiente por el interior y con toda la calma del mundo. Así que N-420 y a buscar alojamiento en Utrillas. Ducha relajante y a la cama pronto, que el cuerpo estaba resentido por el estrés de la mañana. Al día siguiente retomamos el camino: Montalbán, La Mata de los Olmos, Alcorisa, Calanda, Alcañiz y de ahí a la N-211, Caspe, Mequinenza y su fantástico embalse, A-2 y directos para casa, que en total han sido 1000 kms. y ya toca descansar. Otra edición de la Estrella de Javalambre que termina. En nuestro recuerdo queda la estupenda compañía de todos los que fuimos.  

Nos volvemos a ver en la próxima…

 

V,sssssssssss







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