LAS ALPUJARRAS
ENTRE GRANADA Y ALMERIA
EXISTE
UN PARAISO
La
Alpujarra es una región de Andalucía entre Granada y Almería.
En este viaje visitaremos esta zona del sur de España entrando por el este, desde el Desierto de Tabernas recorriendo hacia el oeste.
Bordearemos el río Andarax hasta Canjayar donde comenzaremos a ascender hasta los 1200 metros de Bayárcal o los 1500 de Trevélez, el pueblo del buen jamón, pasaremos por los llamados pueblos blancos de la Alpujarra, Pampaneira, Bubión y Capileira, y terminaremos en Lanjarón, el pueblo de las mil fuentes con sus aguas saludables y curativas reflejadas en su balneario.
¿Me acompañáis?
La
ruta la comenzaremos de manera “oficial” desde Tabernas. Bajaremos por la N-340
y la A-92 hasta la salida 382 en dirección Gádor por la AL-3412.
Buscamos
nuestra primera parada en Alhama de Almería. Lo primero que visitaremos es “La
Puente”
Nos adentramos en Alhama buscando la iglesia de San Nicolás de Bari construida en el siglo XVII y de estilo mudéjar del cualprácticamente no queda nada.
Saliendo de Alhama buscamos el mirador del Valle del Andarax, pero nos encontramos con “La Cascada”.
Una
cascada artificial creada en 1971 y que, la verdad sea dicha, que muy bien para
hacernos alguna foto y posturear un poco.
Volvemos
a la A-348 después de pasar por el Balneario de Alhama y a escasos 11 km nos
desviamos a la derecha hacia Alicún.
Poco
antes de entrar en el pueblo nos encontramos con la “Fuente de la Mina”, una
bonita fuente de agua “no tratada” que no “no potable” con dos cabezas de
leones de donde salen dos caños de agua y coronada por el escudo de Alicún.
Como nota sobre el escudo, decir que su antigüedad es únicamente de 1999.
Ya dentro del pueblo nos dirigimos hacia la Balsa de Alicún.
Una balsa donde mana el agua de su fondo y fue utilizada como baños termales en época musulmana en el siglo XII.
En
poco menos de 1 km llegamos a Huécija, antigua capital del Señorío de Marchena.
Como
lugar más pintoresco de Huécija tenemos el Convento de los Agustinos,
construido en el siglo XVI.
Nos
vamos dejando esta maravillosa vista de Huécija con el Valle del Andarax de
fondo.
Lo primero que llama la atención es la Ermita de San Blas, construida en
el siglo XIX sobre los restos de lo que se cree que fue el antiguo castillo árabe
Desde
este punto tenemos unas fantásticas vistas tanto del pueblo como del Valle del
Andarax.
También
tenemos para ver la iglesia de la Santa Cruz del siglo XVI.
Continuamos viaje y nos dirigimos al pueblo minero de Beires.
La
verdad es que esperábamos encontrar algo más, pero nos tenemos que conformar
con estas fotos.
Seguimos
por la A-348. Fondón, Fuente Victoria y llegamos a Laujar de Andarax.
Por
un pequeño fallo en el GPS entramos por la parte este del pueblo y lo primero
que nos encontramos son los restos de una antigua plaza de toros a medio
derruir.
Seguimos
adentrándonos en el pueblo u nos encontramos con la Ermita de las Animas
construida en el siglo XIX.
Aunque
por fuera es de estilo mudéjar, en su interior destaca su magnífico retablo de
estilo barroco.
Dejamos Laujar por la A-5402 y comenzamos a subir por una carretera en un estado formidable, una ruta pintoresca que nos dejará ver a lo lejos Paterna del Río.
Estamos
disfrutando de unas estupendas curvas hasta que llegamos a Bayárcal y a su
iglesia de San Francisco Javier, de estilo mudéjar.
Bayárcal
es el último pueblo de la Alpujarra almeriense camino de Guadix.
La carretera que nos saca del pueblo nada tiene que ver con la que traíamos, más estrecha, más revirada, más sucia…
Bordearemos todo el barranco por donde discurre el Arroyo del Palancón, donde enlazaremos con la A-337, el Puerto de la Ragua, que une Guadix y el norte de Sierra Nevada con el poniente de Almería.
Descendiendo
por esta carretera nos deja esta imagen de Bayárcal.
Llegamos
a Laroles y dejamos la A-337 girando a la derecha por la A-4130 siguiendo las
indicaciones de Mecina Alfahar y Mairena.
Esta carretera, estrecha pero con buen asfalto,
nos deleitará con otra cantidad de curvas y vistas. Subidas, bajadas, vueltas y
revueltas.
En un punto de la ruta no podemos por más que detenernos para sacar esta foto.
Llegamos
a Válor y lo primero que hacemos es apretarnos un buen plato Alpujarreño, típico
plato de la zona compuesto por… mejor que decirlo, lo veis.
Después
de reponer fuerzas, nos vamos a ver la iglesia de San José, del siglo XVI y de
estilo mudéjar.
Justo al lado de la iglesia tenemos la Fuente de la Plaza, del siglo XVII.
Un lugareño nos comenta que no nos podemos ir sin ver el puente árabe que hay en las afueras. Nos da las indicaciones y allá que vamos.
Cruzamos el pueblo por unas calles empinadas y resbaladizas por las piedras que forman el adoquinado.
Mereció
la pena llegar hasta aquí y salir de aquí, porque si el llegar fue difícil,
salir fue una odisea, ya que sencillamente era un camino mal pavimentado y con
una pendiente algo fuerte.
Como
dato histórico de Válor diremos que fue lugar de nacimiento de Fernando de Válor
y Córdoba o como se le conoció más adelante, Abén Humeya, líder del
levantamiento morisco en las alpujarras en el siglo XVI.
Dejamos
atrás Válor y continuamos disfrutando de una ruta espectacular.
Yegen, Mecina Bombarón, Alcútar, Bérchules, Juviles…
Llegamos
a un cruce en lo alto de un pequeño puerto, puerto de Cástaras, donde giramos a
la derecha dirección Trevélez por la A-4132.
A
algo más de 1500 metros de altitud se encuentra Trevélez, conocido por sus
secaderos de jamones.
Para
pasear por Trevélez tenemos que ir bien calzados, ya que es un pueblo en la
ladera de la montaña y por lo tanto las calles son pendientes.
Mientras
paseamos vamos sintiendo ese olor a jamón en el ambiente, ese olor que nos hace
sentarnos en una terraza de un bar y pedirnos una copa de vino de la tierra con
una “tapita” de jamón…
Después
de nuestro descanso seguimos con la ruta turística. Estamos en la zona más turística,
en el Barrio Bajo. Por todo el pueblo nos encontramos referencias al jamón,
desde una piara de cerdos hasta el símbolo de la “Indicación Geográfica Protegida”
del jamón de Trevélez otorgada por la Reina Isabel II en 1862.
Desde el monumento al jamón, hasta pequeños jamoncitos adornando las calles del pueblo.
Y como no puede ser de otra forma en la sierra, también podemos disfrutar de sus fuentes, alguna guardada por su santo correspondiente.
Se
nos hace de noche y, de vuelta al hotel, nos da tiempo de hacer alguna foto más.
Por la mañana dejamos Trevélez bordeando el Barranco del Río Trevélez por su parte oeste.
Es la misma carretera que traíamos ayer, curvas, buen asfalto, sin marcar los dos carriles, por lo que debemos ir con más cuidado porque algunos coches se nos comían nuestro carril.
Pasado Busquístar y poco antes de llegar a Pórtugos, nos encontramos la Ermita de las Angustias y la Fuente Agria.
La Ermita, construida en el siglo XVIII, fue reconstruida en el siglo XX. Como ha sido normal en todo el viaje, las puertas cerradas nos han impedido poder entrar.
Como
podemos ver, unos vendedores ambulantes nos han “estropeado” la foto, pero
ellos también han de vivir…
Al tener tanto hierro, oxida todo aquello por donde pasa. Otro dato anecdótico es que cada caño tiene un sabor diferente, así que podemos imaginar que estamos chupando una viga, una lima o un tornillo… je,je,je.
Otro
lugar para visitar es su lavadero público y Fuente de la Noguera.
Un
lavadero público que más bien está de atractivo turístico que para lo que es,
pero que en verdad es muy guapo.
Continuamos
viaje. Pasado Pitres paramos en un pequeño mirador en el cruce de
Mecina-Fondales porque nos llama la atención un pico que se ve al fondo.
No sabemos cuál es, pero es llamativo. Al escribir este relato ya había conseguido averiguar cuál es. Se trata de los repetidores de Lújar.
Para
que os hagáis una idea de la distancia…
Desde
el mirador de Poqueira sale a la derecha la carretera que nos llevará a Bubión
y Capileira.
Situados en el Barranco de Poqueira, en un día claro se puede llegar a ver el mar. Pero este día no pudimos verlo.
Seguimos hasta Capileira, uno de los pueblos más altos de España. Paseamos entre sus tiendas típicas y sus calles empedradas.
Poco
más podemos decir de este pueblo…
Fuente
del Calvario.
Iglesia
de Santa María la Mayor.
Desde
Capileira podemos ver Bubión, Pampaneira y los repetidores de Lújar.
Comenzamos
a descender hasta Pampaneira. Lo primero que buscamos es la iglesia de Santa
Cruz, del siglo XVIII y también de estilo mudéjar.
Pampaneira
está considerado como uno de los pueblos más bonitos de Granada, habiendo recibido
premios de Embellecimiento de Pueblos y el Premio Nacional de Turismo.
Algo
típico son sus “tinao”, túneles entre viviendas típicos de las Alpujarras.
También
son típicas, al igual que en otros pueblos, las tiendas de jarapas.
En
Pampaneira nos encontramos con la fuente de San Antonio o, como se le conoce en
el pueblo, “Chupaneira”, famosa por tener poderes casamenteros.
La
inscripción de Lafuente dice:
FUENTE DE SAN ANTONIO
“CHUPANEIRA”
No
digas nunca de esta agua no beberé
Pues
esta fuente que aquí ves
Es fuente
de la virtud
Y tiene
tal magnitud
Que
a beber su agua invita
La confirmó
un devoto
Que
feligrés fue de esta iglesia.
Y
soltero que la bebe con intención de casarse
¡no
falla! Pues al instante…
Novia
tiene ya lo ves.
Nos
vamos de Pampaneira y en un recodo de la carretera tenemos la suerte de, al
mirar hacia atrás, poder hacer esta estupenda foto.
Salimos de Pampaneira y vamos a buscar el pueblo de Soportújar a poco más de 6 km.
Poco
nos podíamos imaginar la cantidad de personas que nos íbamos a encontrar.
Tuvimos que dejar la moto donde pudimos y caminar hasta el pueblo.
Soportújar
es considerado el pueblo de las brujas. Cuando el pueblo se empezó a repoblar después
de la expulsión de los moriscos, muchas de las familias que vinieron eran de
Galicia. Todos sabemos de las raíces celtas de Galicia y de las fiestas paganas
y las “meigas” que encierran sus ritos.
Todo esto ha hecho de Soportújar ser considerado el pueblo de las Brujas.
Desde la A-4132 subimos por la carretera que nos lleva hasta el pueblo, pasando antes por la Cueva del Ojo de la Bruja.
Seguimos
subiendo hacia el pueblo y nos encontramos con la Bruja Baba Yaga.
A
pocos metros de la entrada del pueblo tenemos la Fuente de los Leones.
Seguimos
adentrándonos en el pueblo y llegamos al mirador panorámico, donde nos
deleitamos con sus vistas. De momento soy yo el que mira. Podéis venir vosotros
a mirar.
Justo
al lado tenemos a dos brujas preparando alguna de sus pociones.
Si
no tuviéramos bastante con brujas, en nuestro camino se nos cruza un dragón en
una fuente cuyas aguas, dicen, son mágicas por sus propiedades afrodisíacas y
estimulantes de la fertilidad. Yo por si acaso prefiero no beber…
Y
siguiendo con la visita nos encontramos con el soportal de los naranjos y la
calle Zanjilla que, como dice la leyenda del dibujo, es la calle más estrecha
de España.
Terminamos
nuestra visita a Soportújar y tomamos la carretera en dirección Lanjarón.
Continuamos haciendo curvas y seguimos disfrutando de la ruta, ahora con algo más
de viento, viento que en algunos momentos es fuerte y nos da algún que otro
susto.
Desde Soportújar la carretera baja hasta Órgiva, donde enlazaremos con la A-348 hasta nuestro siguiente destino. Seguimos teniendo viento, pero esto no nos detiene.
Ya
tenemos Lanjarón a la vista.
Lanjarón es conocida por sus aguas, tanto las comerciales como las curativas de su balneario.
En
Lanjarón no nos entretendremos mucho. Únicamente visitamos la Fuente de la
Plaza de la Constitución.
Salimos de Lanjarón y tenemos un minuto para fotografiar su castillo conocido como “Castillo de los Moros” construido entre los siglos XIII y XVI.
Aun
estando declarado como bien de interés cultural, se encuentra en un estado
ruinoso.
Aquí termina nuestro periplo por las Alpujarras. Ahora solo queda volver a casa y empezar a pensar en el siguiente viaje.
Espero
que al leer este relato lo hayáis vivido como si me hubierais acompañado. Esa
ha sido mi intención.